lunes, junio 18, 2018

Nací con mis recuerdos


Debo escribir, cuando ya nadie lee, como un ejercicio dijo la doctora, cuando no dejo de acordarme del hombre enfermo de Dostojevski y mi pensamiento quiere torturame, o quizás torturarlos a ustedes. Soy un hombre enfermo… 
Puras tonteras…
Volviendo a la tarea de escribir una biografía, nací un día como cualquiera, sin ganas de decir nada, como si algo importara.
a efectos de hacer la tarea, nací el doce de diciembre de mil novecientos ochenta y uno, en Santiago, vivi luego en Punta Arenas y en Malloco, pero mis recuerdos primeros son del hospital de Linares, cuando nació mi hermana.
En Linares está enterrado un Papa, en serio, dicen que Clemente de Roma, esta enterrado en Linares, el único Papa que no está en Roma.
En Linares era una pieza verdosa del hospital y la mamá, que es más cercano que decir mi madre, se recuperaba de la cesaría con la que tuvo a mi hermana, era marzo del ochenta y cuatro, y seguro pocos días antes quizás había sido cuando con ella y mi abuela fuimos a la plaza, anduvimos en una especie de carrusel de patos gigantes, que eran como botes en el agua. Seguro hoy nada impresionante, pero la memoria de un niño guarda cosas así, como porque si, o quizás porque los patos eran amarillos y la pieza del hospital media verde y sobre el mueble blanco había una pelela o bacinica plástica azul, que pensé podía ser para mí, porque me gustaba el azul y mi hermana era hermana. En esa época las hermanas eran de blanco o rosado.
Luego de ese recuerdo el siguiente es una noche oscura en un auto, que puede haber sido una citroneta o un volkswagen, las luces proyectadas en la oscuridad contra una fachada blanca y la curva, en medio de la noche, que puede haber sido de invierno, y no tan noche porque en invierno ya es de noche a las siete, pero si veo la entrada, la fachada y quizás las ganas de entrar, por donde no entramos. Soy un pasajero medio dormido en la parte de atrás, sin silla para niños, sin cinturón de seguridad, medio dormido mirando para adelante, impresionado por las luces que dibujan un camino.