Declaración de principio
Se abra mi mano el lenguaje sea claro
Lejos los dimes y diretes
Alivio al perseguido
Criaturas unidas en a veces
Quizá es una palabra como tantas
Un deseo cae piedra al río
Creando olas
Declaración de principio
Se abra mi mano el lenguaje sea claro
Lejos los dimes y diretes
Alivio al perseguido
Criaturas unidas en a veces
Quizá es una palabra como tantas
Un deseo cae piedra al río
Creando olas
Quizá me quiera dejar caer,
Como una hoja a morir en tierra,
Haciéndome tierra en otoño, sin flores
Ni sepulturas. Cae la semilla a vivir pascua
Crecer hacia el cielo
Me precipito como un ave de presa
O una piedra, de alguna forma caigo
A poner los pies en la tierra,
Salir del mundo de las soledades
Abrir los ojos al riesgo de quedar ciego
Encandilarme mirando el sol
Estar vivo en el instante de la vida y la muerte
Visto, oído y tocado, haberte hablado y escuchado
A caer en tus ojos, se puede errar el tiro
La vida de la mosca o la larga vida del rey
Vivo a fin de cuentas.
Hay veces en que es un placer ubicarme entre los de mi especie, hay otras en que definitivamente no.
Nosotros hombres de honor, nos sentimos orgullosos de los logros que hemos tenido en el dominio del mundo y la naturaleza. Construimos represas para detener ríos y puentes para cruzarlos.
Pero pocas veces nos damos cuenta, tomamos conciencia de lo que perdemos en este proceso civilizador, que suele ser unilateral. La unilateralidad suele perder el otro lado, el otro.
Quien soy y quienes somos en esta vorágine avasalladora del mundo. Donde quedaron los ríos.
Que somos sino vidas frágiles en el viento.