Las fechas marcan hitos en nuestra vida. Uno de los beneficios del calendario es el poder establecer que ciertos días se vuelven diferentes, conmemorativos.
Un hito nos marca un punto de referencia según el cual podemos decir, que ha pasado desde un tiempo ha esta parte, que es de nosotros hoy, y cual es la diferencia con ayer. Un aniversario, nos recuerda el tiempo que llevamos viviendo, nos permite festejar, reunirnos, y a la vez, detenernos y mirar, quienes somos donde estamos, y poder dar gracias, o plantearnos objetivos, sobre lo que podríamos ser de ahora en adelante.
Hoy nos reunimos un vez más a recordar al Tata, hacemos presente a quien parece ausente, y al mismo tiempo, nos da razones para recordar porque no podemos olvidarlo.
Si el peso de una vida, es la estela que esta deja, nosotros somos el testimonio vivo de una estela potente, de un barco gigante.
El Tata, no sólo planto un huerto de limones, noble árbol que da fruto todo el año, sino también tuvo la generosidad compartida con
Lo recordamos sonriendo, alegre, haciendo alguna broma, tirando a alguien a la piscina, jugando con alguno de nosotros, contándonos alguna historia del pasado, que sirvió de refuerzo constante de nuestro sentido de pertenencia a una familia y una historia que no comenzaba con el, y que no terminaba en nosotros.
El Tata y
Hoy la figura del Tata, la recordamos nuevamente como la del capitán que logro superar las tormentas para llevar a buen puerto. En el aniversario de su partida de este mundo, podemos sentirlo muy cerca nuestro, cada uno de nosotros puede decir orgulloso que lleva algo de él, impreso en lo profundo.
Hoy podemos agradecer con entusiasmo a Dios, por el ejemplo de Padre, y abuelo que nos ha dado, por tener aún con nosotros a
Un proverbio dice, por sus frutos los conoceréis. Nosotros, humildemente, esperamos que Dios y
No queda más que decir, muchas gracias.
Salud por el Tata.